Amalia bailarina: la historia de un sueño en semilla. Con: Amalia Fernández

Abierta Mente: Conversaciones con Yoga al Alma - Un pódcast de Ana Isabel Santa María

Esta es una historia inacabada, de la que seguramente sabrán en algunos años, cuando ya esté en pleno florecimiento. Sin embargo, yo la veo desde ya y sonrío por adelantado imaginando lo que viene. Ella es Amalia Fernández @amalia_ballerina y yo la conocí a través del amor de su mamá, a quien acudo sagradamente hace muchos años para arreglar mis cejas @clarabetancurmakeup. Los últimos años me ha tocado ver a Clara hablando por la cámara del celular con su niña, con ese amor, con esa añoranza. Me ha tocado ver como toda su energía está con ella y cómo han transformado el guión de una vida “común y corriente”, para regalarle a Amalia unas alas inmensas, una vida atípica y la posibilidad de compartir con el mundo su talento. Amalia tiene 15 años, vive hace año y medio en Mónaco, becada por la academia Grace Kelly en la que baila ballet muchas horas cada día, mientras estudia las materias del colegio de manera virtual. Ver su determinación y su disciplina me conmueve profundamente, sobre todo sabiendo que hoy los más jóvenes se enloquecen haciendo fila para ver a un YouTuber que se dedica a hacer tonterías en la pantalla (como leí esta semana por aquí “stop making stupid people famous” …) Y entonces veo en Amalia un ejemplo, un amor de familia, y no quisiera que su talento se reconociera cuando ya sea protagonista de las mejores obras en Paris o Viena, cuando seguramente el país la reclamará como “nuestra bailarina”, como tristemente pasa con tantos deportistas olímpicos que se hacen a pulso. Quiero que la vean y la oigan y la sigan y la apoyen hoy, cuando el suyo es aún un sueño en semilla, como fueron los nuestros hace muchos años. Yo también tuve patrocinadores que creyeron en mí cuando estaba muy muy joven y empecé a querer hacer cosas grandes. Aquí se las dejo. Para ustedes. Para sus hijos. Para cuando creamos que no se puede. Para cuando el merecimiento nos nuble. Para cuando digamos que la vida real no puede ser retadora y al mismo tiempo muy, muy bella.

Visit the podcast's native language site