Como león rugiente.

La imagen del diablo como un león rugiente es una advertencia clara y poderosa sobre su naturaleza y sus intenciones. Un león rugiente no es un animal pasivo; es un depredador que busca activamente a su presa. De la misma manera, el enemigo de nuestras almas no descansa en su intento de destruirnos. Su objetivo es devorar nuestra fe, nuestra paz, nuestras relaciones y nuestro testimonio. Tu amigo Israel Meza, que Dios te bendiga siempre y recibe un fuerte abrazo.