DIA 164 - Naufragio de Pablo

La Biblia en Un Año (con el pastor Julian G.) - Un pódcast de Julian Gamba

Hoy estaremos leyendo 1 Crónicas 1 y 2, Hechos 27:1-26 y el Salmo 94:17-23. En 1 Crónicas 1 y 2, comenzamos este nuevo libro con una larga genealogía que puede parecer solo una lista de nombres, pero en realidad está llena de significado. Esta genealogía conecta la historia de Israel con la creación, comenzando desde Adán y pasando por figuras clave como Noé, Abraham, Isaac, Jacob, y las doce tribus. En el capítulo 2 se destaca la tribu de Judá, de la cual vendría el linaje del rey David. Este inicio nos recuerda que Dios está comprometido con su plan generacional, y cada nombre tiene un propósito dentro de su historia redentora.Reflexiona: ¿Reconoces que formas parte de un plan eterno que comenzó mucho antes de ti? ¿Estás construyendo hoy una herencia espiritual que bendecirá a futuras generaciones?En Hechos 27:1-26, Pablo es enviado en barco hacia Roma como prisionero. Durante la travesía enfrentan una gran tormenta. Todos temen por su vida, pero Pablo, lleno de fe, se levanta y declara: “Pero anoche un ángel del Dios a quien pertenezco y a quien sirvo estuvo a mi lado y me dijo: ‘No tengas miedo, Pablo… Dios, en su bondad, ha concedido protección a todos los que navegan contigo’” (vv. 23-24). A pesar del caos, Pablo mantiene la calma porque confía en la promesa de Dios.Reflexiona: ¿A quién estás escuchando en medio de la tormenta? ¿Estás siendo un ancla de fe para los que navegan contigo en tiempos difíciles?En el Salmo 94:17-23, el salmista termina este cántico con una declaración de confianza: “El Señor es mi fortaleza; mi Dios es la roca firme donde me refugio” (v. 22). Aunque enfrentó persecución, injusticia y dificultad, encontró consuelo y esperanza en Dios. La última palabra no la tienen los malvados, sino el Dios justo que defiende a los suyos.

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