Antonio Cisneros - El monje loco
Poemas Peruanos - Un pódcast de Copy Paste Ilustrado
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Es hora de la luz ese foco de 25 vatios una pantalla de vidrio azul lañil y flegos amarillos separa al comedor de los arbustos y roquedales que anuncian el desierto. Es una luz de mala calidad por lo que el gran frutero repleto de naranjas es con las justas una gallina muerta. Los comensales en torno de la mesa devoran las costillas de cordero oscuros, silenciosos, como una mancha de aceite en la pared. Es la última cena. En esta habitación tan mal iluminada es imposible distinguir al divino Jesús. Aunque si dejamos de lado al comedor o cenáculo y nos hundimos con las rodillas negras en medio del desierto, podemos encontrar un corral de cangrejos en la arena mojada, un pomo con avispas y a las 6:50, hora del vidrio azul añil y flecos amarillos, la voz del monje loco, auspiciada por los jabones lux la ronca carcajada alalau, más fiera que las ropas de lana remojadas pegadas contra el cuerpo igual que un alarido en el fondo del mar.