Mateo 5, 43-48: Han oído
Reflexión diaria del Evangelio por el P. Luis Zazano - Un pódcast de Misioneros Digitales Católicos

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1) Odiar: Yo siempre creo que hay un proceso de la persona y que el odiar a alguien es el último paso que uno hace en la vida. Porque primero está el dolor y, cuando el dolor no lo trabajas internamente, te lleva a la angustia y, si no lo trabajas, te lleva a la ira y, si no lo trabajas, te lleva a la venganza y, si no lo trabajas, te lleva al rencor y por último se cae en el odio. Pero este último punto es el fin de un proceso en donde no trabajaste anteriormente tu interior. Por tanto, odiar no es producto de lo que hace el otro en tu vida, sino más bien de tu falta de trabajo por lo que otros hacen o ante lo que otros hacen. 2) Rueguen: Me tocó de cerca vivir la experiencia de saber que una persona me difamaba. Incluso hace unos años atrás me llamó mi obispo y me planteó una situación que ni siquiera yo sabía, y me dijo: “sabes que al estar expuesto hay gente que te quiere exportar”. Me quedó grabado eso y lo entendí claramente, que siempre habrá gente que hablará de uno y, cuanto más expuesto uno está, más expulsión surgirá, porque hay gente que te quiere sacar de la vida, de su vida o de lo que haces. Pero, sin embargo, la clave es rezar y pedir a Dios por esa gente, para que tenga paz. Porque, cuando hay gente atenta a atacarte, habla más de quien ataca, que de quien es atacado. 3) Perfecto: Ser perfectos, en el sentido hebreo, implica ser una persona abierta al aprendizaje. Es ser una persona que aprendió de los errores y de las lágrimas. La perfección no pasa por tener todo resuelto y sin haber caído nunca. La perfección en el cristianismo es aprender de lo que has cometido y evitar volver a hacerlo. Todos hemos caído, pero no todos nos hemos levantado. Todos nos hemos equivocado, pero no todos hemos aprendido. Todos hemos sido infieles, de una u otra manera, pero no todos hemos cortado. Todos tenemos pecados, pero no todos lo hemos aceptado. Algo bueno está por venir. Algo bueno está por venir.